Las demandas de EE.UU. para el TLCAN intensifican el riesgo de frustrar las negociaciones comerciales

Por Eric Martin, Josh Wingrove y Andrew Mayeda, Bloomberg News

WASHINGTON — Los funcionarios estadounidenses en las negociaciones por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) están haciendo propuestas en los puntos contenciosos que Canadá y México jamás aceptarían, intensificando las dudas acerca de alcanzar un acuerdo para la fecha límite, según tres funcionarios familiarizados con las negociaciones.

Las propuestas de EE.UU. sobre los contratos públicos, textiles y productos perecederos son vistos por los gobiernos de Canadá y México como problemas que cruzan la línea roja con poca o ninguna esperanza de llegar a un acuerdo, dijeron los funcionarios, que hablaron en forma anónima debido a que las negociaciones son privadas. La última ronda de negociaciones que concluyó el 27 de septiembre en Ottawa adquirió un tono más negativo en ocasiones en comparación con sesiones anteriores, dijeron los funcionarios.

La postura de EE.UU. establece una confrontación para la próxima sesión de negociaciones en Washington del 11 al 15 de octubre. Los funcionarios esperan que EE.UU. presentará propuestas contenciosas sobre las reglas de origen automotriz, el porcentaje de un automóvil que debe fabricarse en los tres países para obtener los beneficios de libre de aranceles aduaneros del TLCAN, y sobre un requisito general del contenido específico a EE.UU. Ellos esperan que esas propuestas también sean esencialmente imposibles de ser aceptadas por los otros países.

La oficina del Representante de Comercio de EE.UU., que está dirigiendo las negociaciones de EE.UU. sobre el TLCAN, no respondió inmediatamente al solicitar un comentario.

El presidente Donald Trump ha hecho que reducir el déficit comercial sea el objetivo principal de una renegociación del TLCAN, y los automóviles es la fuente principal del déficit comercial de $64 mil millones con México. La administración lanzó la renegociación en agosto advirtiendo que una versión actualizada del tratado que sustenta $1.2 billones de comercio anualmente debe tener mejores términos para los trabajadores e industrias estadounidenses.

Dos de los funcionarios especularon que EE.UU. está diseñando dichas posturas firmes a fin de que sea imposible alcanzar un acuerdo.

El presidente Trump ha amenazado en repetidas ocasiones de abandonar el TLCAN, diciendo en una entrevista en abril que estaba “animado” a cancelar el tratado, pero reconsideró después de que Canadá y México le pidieran renegociarlo. El Secretario de Comercio de EE.UU., Wilbur Ross, reiteró la amenaza en septiembre, añadiendo que el TLCAN “no ha funcionado de la manera prevista”.

El Representante de Comercio de EE.UU., Robert Lighthizer dijo a los reporteros el 27 de septiembre que “se continúa teniendo avances significativos” en áreas que incluyen la competencia, empresas públicas, comercio digital y telecomunicaciones. Pero añadió que “hay muchísimo trabajo por hacer, incluyendo algunos problemas muy difíciles y contenciosos”.

Las partes buscan asegurar un acuerdo antes de que el calendario político se llene el próximo año con las elecciones presidenciales en México y las elecciones de mitad del periodo del Congreso de EE.UU.

Ropa, fruta

En los contratos públicos, EE.UU. está proponiendo limitar su mercado a contratos de un nivel de dólar por dólar con el mercado combinado de Canadá-México, según los tres funcionarios. Eso significaría que el valor total de los contratos a los que pudieran acceder los canadienses y los mexicanos, juntos, no podría exceder el valor total que las empresas estadounidenses podrían obtener en esos dos países, dijeron los funcionarios.

Considerando la escala de la economía y población de EE.UU., esto podría dejar efectivamente a los dos con menos acceso a contratos en EE.UU. que algunos otros países, dijeron los funcionarios.

EE.UU. también dijo que estaría proponiendo eliminar aranceles preferenciales a los textiles provenientes de Canadá y México por dos años, una idea descrita por los funcionarios como una agresión al sector de esos países.

Por último, EE.UU. quiere esencialmente abrir los llamados “productos de temporada”, como las frutas, a mecanismos de resolución de disputas que se esperaría que conlleve en disputas con los agricultores de EE.UU. y posiblemente aranceles, que podrían detener las exportaciones mexicanas, según dos funcionarios.

Los funcionarios compararon las repercusiones potenciales al caso de la disputa de Boeing Co. contra Bombardier Inc. de propiedad canadiense, que resultó en la imposición de aranceles preliminares el 26 de septiembre por el Departamento de Comercio de EE.UU. y que paralizará el sector aeroespacial.

Negociaciones constructivas

Si uno de los tres países abandonara las negociaciones, el siguiente paso probablemente sería emitir una notificación de seis meses de la intención de retirarse del pacto, aunque eso no garantizaría una salida. Los pasos después de esto son un tanto turbios, las potencias comerciales en EE.UU. están divididas entre el presidente Trump y el Congreso de EE.UU. Un intento de salida de EE.UU. podría disparar batallas políticas y legales.

México y Canadá han dicho que quieren un TLCAN modernizado y han minimizado las amenazas del presidente de EE.UU. “A medida que las negociaciones avanzan, es importante que tengamos la voluntad de poner posturas sobre la mesa que promuevan conversaciones constructivas”, dijo a reporteros el Secretario de Economía de México, Ildefonso Guajardo.

La tercera ronda de negociaciones terminó con un acuerdo sobre un capítulo del TLCAN relacionado con las medianas y pequeñas empresas. El arancel impuesto a Bombardier mientras las negociaciones se llevaban a cabo pesaron durante el último día de las negociaciones, con la Ministra de Asuntos Exteriores canadiense Chrystia Freeland llamando a EE.UU. “una administración proteccionista” en relación con el problema.

Este informe apareció en Automotive News, una publicación hermana con base en Detroit de Tire Business.