(Nota del editor: El siguiente análisis fue preparado por la empresa de investigación Frost & Sullivan y se presentó en un artículo publicado el 1° de diciembre de 2016)
Por Sandeep Kar
MOUNTAIN VIEW, California – Después de que Donald Trump preste juramento como el 45o presidente de Estados Unidos en enero, la industria global de vehículos comerciales estará observando sus decisiones de políticas con gran atención en los primeros 100 días de su mandato y a partir de entonces.
Pocas industrias enfrentarán el impacto, ya sea positivo o negativo neto, de la presidencia de Trump tan fuerte como la del transporte en camiones, la cual es un indicador anticipado de la actividad económica y que típicamente resiente los efectos de los cambios y fluctuaciones económicos mucho antes que otra industria o sector. Aunque el efecto de cualquier acción legislativa de la administración de Trump será resentida principalmente por la industria de vehículos comerciales de EE.UU., los participantes de mercados y los mercados mundiales tendrán mucho que observar y considerar.
La mayoría de las transiciones presidenciales incluyen incertidumbres razonables sobre las próximas prioridades y cambios a las políticas que permiten a los países, mercados e industrias prepararse para su impacto; en el transcurso de las últimas décadas, los cambios propuestos a políticas generalmente han tenido límites estrechos. Esta vez es diferente y, con la nueva administración, será más diferente para el transporte en camiones como nunca antes.
Los siguientes factores o áreas tectónicos están expuestos a cambios inminentes originados por las políticas del presidente electo Trump.
Implicaciones a la política de comercio y económica
Una de las influencias más importantes y poderosas que experimentarán los mercados de vehículos comerciales todoterreno o carreteros estadounidenses se relacionará con las políticas de comercio y económicas de la nueva administración. La postura declarada públicamente del Sr. Trump acerca de disminuir los impuestos corporativos definitivamente tendrá efectos en cascada sobre todos los aspectos de las industrias estadounidenses y mundiales. Disminuir los impuestos corporativos probablemente resulte en que los negocios consideren establecerse o regresar las operaciones a Estados Unidos.
Aunque en apariencia esto serían buenas noticias para la industria de transporte en camiones de EE.UU., puede no ser tan buenas para los fabricantes de equipos originales (OEM) y proveedores de camiones de EE.UU. ni del mundo. Disminuir los impuestos corporativos muy probablemente impulsará los negocios de servicios hacia EE.UU., lo que sería menos beneficioso para el movimiento de carga que un traslado de operaciones de manufactura. Para los fabricantes, menores impuestos corporativos son solo una consideración porque los costos de mano de obra también deben mantenerse competitivos globalmente. Esto demostraría ser mucho más difícil debido a que disminuir los impuestos corporativos podría impulsar la inflación y resultar en aumentos de salarios, haciendo que los incentivos sean mucho menos efectivos.
Además, las economías de EE.UU. y del mundo aún están inestables, con muchas naciones acercándose peligrosamente a los límites de una recesión. Los cambios a la política económica y de comercio probablemente inducirían espasmos de recesión a corto plazo antes de que surja un panorama más claro y estable.
Estados Unidos ha sido el único motor que ha movido las economías globales por varios años, especialmente después de la desaceleración reciente de la economía de China. Cualquier presión de recesión en la economía de EE.UU. creará un efecto dominó en todo el mundo, incluyendo en el transporte en camiones y la fabricación de camiones. Por eso es importante que los ejecutivos de los vehículos comerciales entiendan y preparen estrategias para los cambios a la política económica y de comercio impulsadas por la administración entrante de Trump.
Dicho esto, los proyectos de reacondicionamiento/mejoría de la infraestructura acelerada y las alianzas públicas y privadas enfocadas en mejorar las carreras de EE.UU. y la infraestructura del movimiento de carga tendrían un impacto positivo neto en las eficiencias de cargas y vehículos, la congestión de rutas y ventas de vehículos todoterreno si la administración implementa muchos de estos proyectos inmediatamente. Sin embargo, esto sería difícil ya que el financiamiento podría desencadenar impuestos más altos porque el Sr. Trump ha declarado su oposición a aumentar el déficit para pagar por sus planes de infraestructura.