“Hemos tocado fondo”, dijo el Sr. Romero. “Estamos viendo una leve recuperación del recauchutado en 2016... Estamos viendo una tendencia al alza en el volumen”.
A pesar de la posible recuperación, el Sr. Romero advirtió que no es probable que todo regrese a la normalidad en el futuro y exhortó a los recauchutadores independientes y concesionarias de llantas que reconsideren su modo de trabajar y “convertir la crisis en una oportunidad”.
“Deben ajustarse”, dijo, “o alguien más lo hará por ustedes”.
¿Entre sus sugerencias? Buscar los negocios que anteriormente se habían ignorado. Diversificar.
El Sr. Romero observó, por ejemplo, que el 80 por ciento de los camiones que viajan por Latinoamérica son operados por camioneros independientes, muchos de los cuales no usan neumáticos recauchutados.
Sin embargo, ganar dicho negocio no será algo automático, continuo, considerando los bajos precios de algunos neumáticos nuevos en el mercado. Los recauchutadores tendrán que invertir tiempo y recursos para educar a estos operadores independientes sobre los beneficios económicos de usar neumáticos recauchutados.
Los recauchutadores también deben considerar ver más allá de los neumáticos para obtener más ingresos, dijo, observando que los lubricantes, servicios de mantenimiento, amortiguadores, baterías y/o alineaciones ofrecen oportunidades de venta complementarias.
Muchas concesionarias encontrarán que pueden diversificarse sin tener que expandir sus niveles de personal, aunque será necesario volver a capacitar a ese personal.
El Sr. Barros también dijo que cree que la industria recauchutadora defenderá su posición en el mercado, pero la nueva relación entre neumáticos/recauchutado ha cambiado drásticamente hacia nuevos neumáticos en los últimos años en vista de la inundación de neumáticos importados a menor precio.
De 2012 a 2015, dijo, la cantidad de neumáticos nuevos para camiones y autobuses vendidos cada mes en México aumentó de 333,000 a 583,000, mientras que al mismo tiempo la cantidad de recauchutados vendidos disminuyó en un mes de 142,500 a 100,000.
El Sr. Barros presentó entonces una serie de cifras que muestra la falsa economía de los neumáticos nuevos de menor calidad y menor precio que raramente, si es que sucede, son recauchutados.
En México, Vipal calcula que dichos neumáticos cuestan aproximadamente $2.40 por 1,000 kilómetros (620 millas) de vida útil.
En contraste un neumático nuevo más costoso, pero de mayor calidad que puede recauchutarse costará al usuario hasta $1.15 por 1,000 kilómetros con una recauchutada y 92 centavos con dos recauchutadas.
“Lo barato sale caro”, así es como resumió el ejercicio.
Los señores Romero y Barros fueron parte de una conferencia de negocios que se llevó a cabo en el segundo día de la Expo. Otros conferencistas incluyeron a David Stevens de Buró de Información sobre reparación y recauchutado de neumáticos, TRIB; Milton López de Maxam Tire Latam L.L.C.; César Mendieta de Hankook Tire Cetroamérica y Dewey Grantham Jr. de Liberty Tire Recycling.
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