DETROIT— El presidente de Trabajadores Automotrices Unidos, UAW recientemente llamó al plan de Ford Motor Co. de fabricar automóviles pequeños en México en vez de Estados Unidos "muy preocupante" mientras que el candidato presidencial republicano, Donald Trump, lo llamó "una absoluta deshonra".
Pero los ejecutivos dicen que es la realidad del mercado cada vez menor de automóviles de bajo margen, aún si pone a Ford en la mira de una elección presidencial en donde la globalización y su efecto en los empleos estadounidenses de la clase trabajadora se han convertido en el problema principal. Las bajas ventas de automóviles también obligaron a Fiat Chrysler Automobiles (FCA) a anunciar el recorte de 1,300 empleos en Michigan a principios de abril.
Ford con base en Dearborn, Michigan planea empezar a construir una planta de $1.6 mil millones en México este verano, sin esperar a ver si el Sr. Trump tiene la oportunidad de cumplir sus amenazas de imponer un impuesto a los vehículos que cruzan la frontera.
"Somos una compañía orgullosamente estadounidense", dijo Joe Hinrichs, Presidente de las Américas de Ford, a Automotive News. "Colocamos nuestra huella de manufactura global y nuestras plantas donde creemos que tienen más sentido para nuestro negocio".
Ford dijo que la planta, programada para abrir sus puertas en 2018 y que generará 2,800 empleos directos para 2020, es necesaria para hacer que sus vehículos pequeños sean más rentables y que, como resultado, no recortará empleos en Estados Unidos. Planea detener la producción en Estados Unidos de sus vehículos compactos Focus y C-Max en 2018, dedicando en cambio su planta de ensamble de Michigan a fabricar camionetas y SUV lucrativas, han dicho las fuentes.
Eso significa que 3,700 personas que trabajan ahí deberán tener una mejor seguridad de empleo al fabricar vehículos más grandes y costosos que los consumidores quieren en lugar de continuar fabricando compactos de bajas ventas, muchos de los cuales terminan siendo utilizados en flotas de renta. Sin embargo, el Presidente de la UAW, Dennis Williams, quien supo del plan de Ford hace casi un año, pero no lo bloqueó durante las negociaciones de contratos el otoño pasado, aún estalló contra el fabricante automotriz por trasladar la producción al sur de la frontera y criticó los tratados de comercio que lo permitieron.
"Cada inversión en México, significa empleos que pudimos haber y deberíamos haber tenido disponibles aquí mismo en Estados Unidos", dijo el Sr. Williams en una declaración. "Las compañías continúan buscando países con bajos salarios e importando a Estados Unidos. Este es un sistema averiado que debe arreglarse".
Despidos en Chrysler
FCA también anunció recientemente que despediría a 1,300 empleados debido a una baja demanda del sedan Chrysler 200. A fin de cuentas, la producción de ese automóvil puede subrogarse a México o a otro país, con las camionetas o SUV reemplazándolo en la planta de ensamble de Sterling Heights, que otro líder de UAW consideró como buenas noticias para los empleados que ahí laboran.
"FCA no es la única compañía que experimenta un mercado lento para automóviles pequeños. Considerando el lado positivo, existe una fuerte demanda de vehículos de tamaño grande", dijo Norwood Jewell, el Vicepresidente a cargo de las negociaciones de FCA, en una declaración. "Creo que a largo plazo este traslado será algo positivo para nuestros miembros y para la compañía."