DETROIT — General Motors Co. será el único de los tres fabricantes de autos compactos y de tamaño mediano de Detroit en EE.UU. para 2019, según los nuevos acuerdos de las compañías con el sindicato de Trabajadores Unidos de Automóviles (UAW).
Ford Motor Co. y Fiat Chrysler Automobiles (FCA) están esencialmente renunciando a tratar de construir autos para el mercado masivo de forma rentable en EE.UU.; en su lugar, están llevando la mayoría de la producción de estos autos a México para poder dedicar las plantas estadounidenses a las camionetas y SUV de mayor márgenes. La UAW está aceptando el cambio para deshacerse de la escala de sueldos de dos niveles que fue vital en el caso de negocios para los sedanes fabricados en EE.UU. y porque espera un aumento neto en trabajos.
El resultado: En unos pocos años será mucho más fácil encontrar un auto japonés o coreano producido domésticamente que uno diseñado en Detroit que no sea importado. Se espera que las marcas extranjeras mantengan sus plantas estadounidenses produciendo en masa autos de alto volumen, como el Toyota Camry y el Honda Accord.
Pero, cada vez más, Ford y FCA ven a EE.UU. como un lugar para construir camionetas ligeras.
“Uno puede pagar un poco más cuando está fabricando camionetas”, dijo Dave Cole, director emeritus del Centro de Investigación Automotriz, “pero el cambio estructural en la industria ha sido tan tremendo que esto me sorprendió; camionetas aquí y autos en México”.
Los acuerdos de Ford y GM no han sido ratificados por los miembros de UAW al momento de impresión.
Espacio para Ranger, Bronco
Los comentarios de los productos de Ford a UAW muestran que planea detener la producción en EE.UU. de cuatro modelos de autos: Fusion, Focus, Taurus y C-Max. El Focus y C-Max se mudan de la Planta de Ensamblaje de Ford en Michigan en 2018 para hacer lugar a dos vehículos que fuentes han identificado como la camioneta Ranger y la Bronco SUV. El Fusion ya se construye en México, mientras que el Taurus, cuyas ventas están desplomándose aquí pero aumentando en China, podría ser descontinuado en América del Norte.
La fábrica de Ford en Flat Rock, Michigan, será la única de sus ocho plantas de ensamblaje en EE.UU. que aún fabrique autos. Pierde el Fusion cuando la próxima generación llegue en 2019, mantiene el Mustang de ventas altas y mayor ganancia, y obtiene el Lincoln Continental, otro modelo de alto margen, el cual reemplazar a MKS.
Mientras tanto, FCA espera mudar el Dodge Dart y Chrysler 200 a México después de 2016 y descontinuará el Dodge Viper en 2017, lo cual no dejará autos en EE.UU. El Dart está saliendo después de solo cuatro años de su presentación en EE.UU., permitiendo a Fiat obtener otro 5 por ciento adicional en Chrysler bajo un trato con el gobierno federal.
Los autos que Ford y FCA mudan fuera de Estados Unidos y el Buick Verano, el cual se espera que GM mude a México o China, representó el 45 por ciento de la producción de autos de marca doméstica en EE.UU. para los primeros 10 meses de este año, según las estimaciones de Centro de Datos de Noticias Automotrices.
GM no ha anunciado ningún cambio drástico sobre dónde ensamblará autos. Fabrica la mayoría de sus sedanes en EE.UU., incluyendo el Chevy Sonic en una planta en Michigan que reabrió específicamente porque UAW acordó reducir costos ahí con sueldos de dos niveles.
La CEO Mary Barra dijo en julio que GM no tenía planes de mudar la producción del Sonic, el cual también se construye en México. GM gasta alrededor de $674 más en costos laborales por cada unidad de Sonic construido en EE.UU. que Ford por su Fiesta construido en México, según el Centro de Investigación Automotriz.
En agosto, el CEO de FCA Sergio Marchionne dijo a Automotive News, una publicación hermana de Tire Business, que tiene sentido financiero mover “todos los autos en los que somos superados a otro lugar” y mantener las camionetas en plantas UAW de mayor costo.
El Presidente de UAW Dennis Williams fue a las charlas de contrato de este año mencionando que le preocupa “cuando cualquier corporación invierte fuera de Estados Unidos”, pero los negociadores y trabajadores parecían mucho más preocupados con los sueldos y beneficios que los desalentadores cambios de producción a México. Los tratos de la unión incluyen miles de millones de dólares de inversiones en plantas de EE.UU., y mudar autos a otros países se espera que no resulte en pérdidas de trabajos, siempre y cuando los consumidores compren suficientes SUV y camionetas para mantener las plantas funcionando aquí a capacidad máxima.
La evolución de SUV
Los planes deshacen la mayoría de la diversificación de producción que los fabricantes de Detroit habían trabajado a fines de la primera década de 2000 cuando las ventas de las SUV se desplomaron después de la suba de precio de la gasolina.
El peligro de enfocar a las plantas estadounidenses en las SUV y camionetas es que la suba de precios de gasolina podría ocurrir otra vez. Pero Erich Merkle, el jefe analista de ventas de Ford, dijo que la popularidad floreciente de las SUV no es tanto por los precios más bajos de gasolina que por el mejoramiento de los vehículos y el cambio de las necesidades de consumidores mientras los 'baby boomers' y sus hijos envejecen.
“La SUV ha evolucionado dramáticamente en los últimos 15 años, y eso ayudó enormemente a mantenerla en el frente”, dijo el Sr. Merkle. “Las SUV son en realidad un segmento en crecimiento no solo en Estados Unidos sino también en Europa y otras partes de Asia y China. Es una historia de crecimiento mundial”.
Este reporte apareció en el sitio web de Automotive News, una publicación hermana de Tire Business con sede en Detroit.